La educación es un derecho humano básico.
La educación protege y empodera a los refugiados al brindarles los conocimientos y habilidades necesarios para llevar una vida productiva, plena e independiente. También los ilumina, permitiéndoles aprender sobre sí mismos y sobre el mundo mientras se esfuerzan por reconstruir sus vidas y comunidades.
El acceso a diferentes niveles de educación en el país de asilo depende, en última instancia, del tipo de estatus legal que se les otorgue y de las normas y legislación nacionales.
Para comprender tus derechos, visita el sitio web Ayuda del país en el que te encuentras actualmente.