Las personas refugiadas deben respeto y obediencia a las leyes y costumbres del país donde se encuentran; quienes no cumplan con este principio podrían enfrentar problemas con las autoridades o con otras personas, incluyendo procesos judiciales y sentencias penales, si ellas fueran aplicables.
También después del reconocimiento de la condición de refugiado se mantiene vigente el deber de ofrecer al ACNUR toda la información necesaria para conducir cualquier procedimiento relativo a su caso, así como sobre otros aspectos relativos a su estancia en Cuba y su relación con la oficina. Esa información siempre tiene que ser verídica y completa.
Usted tiene el deber de informar al ACNUR sobre posibles cambios de su localización (dirección y teléfono), acudir a las citas que el ACNUR programe, así como de observar en todo momento una conducta correcta, respetuosa y cooperativa dentro y fuera de la oficina.